31 de agosto de 2008

Los 20 videojuegos que deberías jugar si eres lector de Cabronos Extraños [XX]: Diablo II - Lord of Destruction

Quizá uno de los videojuegos que más han marcado como jugador a éste que escribe es el Diablo II: Lord of Destruction (el Diablo II de toda la vida con la expansión que salió tiempo después). Hasta ese momento, los RPG ques conocía se limitaban a videojuegos del tipo Final Fantasy, pero descubrir la saga Diablo me abrió un mundo infinito de posiblidades con los juegos de PC.

Yo me compré el Diablo Battle Chest, el que traía el Diablo II, la expansión, la guía oficial del juego, los manuales y los soudtracks del juego y de la expansión. Y todo en castellano.

El Diablo II es un juego sencillo de manejar que no requiere mucho tiempo de asimilación: prácticamente lo haces todo con el ratón, y si eres suficientemente rápido, no tendrás que hacer uso de otra mano (muy útil para los fumadores o para los que picotean mientras juegan). Cualquier objeto, poción o pergamino que quisieras usar en cualquier momento se encontraba en un menú inferior y se activaba pulsando sobre ellas con el ratón. Está claro que todos aquellos que hacen reglas y leyes para jugar a ciertos videojuegos, te dirán que es indispensable saberte las teclas de acceso rápido y tener bien ordenadas las magias. 'F1' para poción de curación, 'F2' para la de maná, 'F3' para el segundo arma... etcétera. Pero yo no me complicaba tanto la vida, que bastante tenía con seguir el mapa ese que se te ponía encima de la pantalla y, a pesar de ser muy útil, hacía que me dejara los ojos en la pantalla de mi ordenador (de hecho, mi monitor aún tiene restos de ojos de cuando me pasé el Diablo II).

No sé si os habréis fijado, pero los RPG tienen una alta variedad de pociones. Y no sólo los RPG, cualquier historia fantástica funciona con pociones, ya sea en la literatura o en los juegos de rol de lápiz y papel. A cualquier persona que viva en un pueblo, aldea o ciudad y que tenga a su alrededor un montón de bichos malo que se dedican a matar a todo aquél que se atreve a salirse de los caminos, le da por haer pociones de colores. Quién nos iba a decir que, bebiéndote una botella de un líquido espeso y rojo se te iban a curar las heridas (hombre, es intuitivo, pero tiene que dar un poco de asco). O para los magos, beberse lo mismo en azul, hace que les aumente la capacidad de lanzar hechizos. Ellos lo llaman maná, otros lo llaman Red Bull, a algunos les vale el café (solo, sin azúcar y con hielo).

El mítico nivel de las vacas que sale en la expansión del juego.

La gran característica del Diablo II era que te destrozaba la vista y el botón izquierdo del ratón. Hubiera o hubiese estado bien que contaran las pulsaciones que hace un jugador medio de Diablo II en una sesión intensiva jugando... Seguro que sale una cifra espectacular mayor de la que os podáis imaginar (y sólo similar a la de veces que se pulsa 'R1' en el Pro Evolution Soccer). Mi ratón llegó a adoptar la forma de mi mano, llegando incluso a ser complicado diferenciar dónde acababa la extremidad y comenzaba la tecnología. Imaginaos la de golpes que repartí cuando me cogí al Bárbaro para pasarme, por segunda vez, el juego.

Porque, eso sí, el juego es adictivo. Mucho. La historia es casi de las mejores cosas que han salido para ordenador en los últimos tiempos, y estaba traducida completamente (y no como en el primero, que no te enterabas ni papa de lo que decían). Yo me llegué a pasar la historia principal y la expansión dos veces: la primera con el Nigromante, que era capaz de levantar ese pedazo de ejército de esqueletos guerreros, magos y arqueros que peleaban de tu lado y que ganaban toda la experiencia posible para ti, tanto era así, que yo sólo creaba gólems y esqueletos, reservándome un hechizo de "lanzamiento de rayacos" para defenderme si estaba en apuros en algún momento; y la segunda con el Druida, que me lo creé en algún momento y permaneció olvidado entre otros muchos hasta que me decidí a probar con él, era un cruce entre el Nigromante y un luchador más, pero en vez de lanzar rayos, se transformaba en animales. Con el Bárbaro, sólo me pasé la aventura principal del Diablo II, y me parece, de largo, el personaje más bestia de todo el juego. Yo lo he probado online y se deshace de un Nigromante y una Asesina rápidamente, quedando a pares, quizá, con el Paladín.

Todos los personajes seleccionables para el Diablo II: Lord of Destruction.
De izquierda a derecha: Amazona, Asesina, Nigromante, Bárbaro, Hechicera, Druida y Paladín.

Por último, no quería dejar sin comentar, la de ratos que me pasaba yo experimentando con el cubo horádrico aquel que te agenciabas y con el que te creabas unas armas la mar de chulas. Yo tenía un casco que, al mirarle las características, casi no me cabían en la pantalla de todo lo que le saqué (y sin trucos, creado por mí). Aaaay que tiempos, hombrecillos extraños, me dan ganas de reinstalarlo y jugar de nuevo.

2 comentarios:

Alec White dijo...

Estoy pensando seriamente en comprarme diablo 2 por 15 €, pero estoy indeciso, se que los servidores de diablo 2 siguen vivos (tengo Xfire), por lo que alargaria la vida del juego, pero vengo aqui a pregutnarte ¿En cuanto tiempo se pasa el juego?

Anónimo dijo...

okopcdsju http://crush-the-castle.com Crush The Castle

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