6 de septiembre de 2008

Reseña: Wetworks #4

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Título en España: Wetworks #4
Título en EEUU: Wetworks vol.2 nº13 & Wetworks vol.2 nº14 & Wetworks vol.2 nº15 & Prelude nº2
Formato: Tomo, tapas rústicas, 80 páginas, color.
Precio: 9.50 €
Editorial: Norma Editorial

Reseña:

El cuarto tomo de la serie regualr de Wetworks vuelve al tema central de la colección, es decir, vuelve a ser un cómic en el que superhéroes, militares, vampiros y demás no-muertos se dan cita y en el que se desarrolla una trama en la cual la acción prima sobre todas las cosas. Y, si en el número anterior, la mayor novedad era la llegada de J.M. DeMatteis como guionista principal, en este cuarto volumen contaremos con su inseparable compañero, aquel cuyo nombre nos viene rápidamente a la cabeza cuando pensamos en los colaboradores de DeMatteis: Keith Giffen. Aunque la llegada de éste, ya lo aviso de antemano, no hace que cambie a un tono más desenfadado el oscuro ambiente en el que se desenvuelven nuestros protagonistas. Más bien sería al contrario.

En este tomo tenemos recogido el arco argumental completo titulado "Guerra Profana", en el que volveremos a ver en acción a Jackson Dane intentando afrontar una de las mayores crisis que han sufrido las relaciones entre los humanos y los vampiros. Estos últimos se encuentran sin un líder que les gobierne, no hay, actualmente, ninguna vampiresa que ostente el título de Reina de la Sangre, aunque sí que hay dos candidatas, cada una con unos aliados y un ejército distintos, que están dispuestas a enfrentar a ambos para hacerse con el control de los vampiros que habitan en el planeta. Por medio, como siempre, los humanos, porque el campo de batalla será Europa del Este, donde las hordas vampíricas dirigidas por el príncipe Casus en representación de una de las herederas, la reina Eleusis, atacarán indiscriminadamente cualquier población humana que se encuentren en su camino hacia la ciudad de Belgrado. El Coronel Dane y Madre Uno han sido desplazados hasta la zona para intentar evitar lo que, hasta ese momento, parece inevitable.

La narración va dando saltos según va siendo conveniente haciendo posible que el lector vaya teniendo información acerca de la situación actual de cada una de las dos facciones que se encuentran sumidas en la lucha por el poder. Si Dane y Madre Uno deben enfrentarse a una de las dos, la más beligerante y la que está atacando a los humanos, Perséfone (la cual, recordemos, también es una vampiresa aunque se vea obligada a colaborar con Operaciones Internacionales en las filas de Wetworks) y AB-Muerte están con los vampiros del otro bando. Aunque no todo será el mostrar qué posiciones van tomando los enemigos de uno y otro lado, sino que también disfrutaremos de muchas escenas en las cuales los vampiros lanzan ataques contra los civiles y los militares de O.I. que intentan impedirles el continuar con su tenebrosa marcha hacia el Oeste. Giffen y DeMatteis saben perfectamente que en el sello WildStorm de DC Comics es un factor fundamental el que todas las series tentan su ración mensual de peleas superpoderosas, y cumplen con ello a rajatabla. Sin embargo, y a pesar de que innovan bastante, lo cierto es que siguen una línea continuista salvando sus carencias con una historia corta pero que engancha al lector en gran medida. A mí me ha gustado bastante que no se hayan olvidado los últimos sucesos con la aparición de los híbridos de la otra realidad de Thea Mather en números anteriores.

Como dibujante, Billy Dallas Patton, se encarga de sustituir en el primero de los tres números USA (sin contar con el especial extra que trae el tomo al final) al dibujante que debutara en el número anterior, Joel Gomez. La diferencia de estilos es más que evidente, mientras que el primero ofrece un resultado mucho más desenfadado y simplista, Gomez sí que tiene un estilo mucho más acorde con lo que es la serie, rodeando la acción de una esfera de oscuridad que los envuelve haciendo que los túneles en los que se refugian los vampiros atacantes contrasten de una manera muy lograda con el aspecto que tienen los aposentos de las herederas y aspirantes al trono. Aún así, Gomez no es uno de los dibujantes que sean capaces de marcar un antes y un después en una serie, aunque se defiende de una forma bastante correcta.

Por otro lado, tal y como ocurriera en el número tres de la colección, justo al final se incluye, dentro de los complementos, un breve relato de ocho páginas dibujado y guionizado por uno de los creadores de Wetworks, Whilce Portacio (y uno de los siete fundadores de Image), el especial "Preludio 2: Pasado y futuro", el cual fue publicado dentro de "Eye of the Storm Annual", uno de los anuales que se sacaron para completar la historia de los nuevos equipos que protagonizaban las nuevas series regulares del Universo WildStorm tras el evento editorial WorldStorm. Aquí, Dane regresa a la antigua base de Wetworks donde irá recordando, uno a uno, a sus antiguos compañeros mientras realiza una búsqueda que le llamará la atención a más de uno.

En definitiva, me parece que la serie de Wetworks se mantiene en un nivel constante, aunque no llega a despuntar de una vez por todas. Es cierto que se nota cierta mejoría con respecto al número anterior, pero aún así es difícil que sirva para que se cuele dentro de las series punteras publicadas por Norma Editorial en la actualidad. Tengo esperanzas en Giffen y DeMatteis, sobre todo porque creo que seguir explotando a Madre Uno como el único recurso disponible para cimentar nuevas historias se ha agotado ya.

7.25/10

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