26 de julio de 2010

Adiós, genio

Ayer se produjo la esperada -que no por ello deseada- despedida de Guti del Real Madrid. Un jugador de la cantera que debutó en 1995 con el primer equipo y, desde entonces, ha estado vistiendo la camiseta blanca... hasta ayer.

Guti es un genio del fútbol. Uno de esos jugadores tocados por la varita capaces de hacer cosas que a muchos otros siempre les han resultado imposibles. El 14 no es especialista en finta y regate, no es el letal delantero, ni el defensa insalvable, ni tampoco es la velocidad pura, Guti es visitón de juego y pases medidos con escuatra y cartabón. Se habla mucho de grandes cualidades de futbolistas, pero nunca he visto a nadie dar un pase de 40 metros que, con una carrera del delantero, lo coloque delante del portero, un pase que sorteaba varias líneas del equipo contrario. Ése es Guti, el genio del pase imposible, el que genera una ocasión de gol de un partido muerto o cuesta arriba.

Pero también es Guti el de los muchos errores en el campo, dejarse llevar por los nervios y provocar broncas, dar patadas. Y el mismo Guti que fuera del terreno de juego pecaba del pasotismo que caracteriza a muchos grandísimos jugadores díscolos. Guti, el genio, también era diferente e independiente. Capaz de hacer un desplante y disgustar a una afición que, al igual que él, respeta y ama los colores del Real Madrid, pero Guti siempre se dejó llevar como ese caballo indomable, superior al resto, pero que nunca llega a ganar una carrera.

Porque Guti es madridista. Sacad a colación esas fotos, pero los pecados de la infancia siempre se perdonan (¿quién no ha cantado alguna vez un estribillo del grupo de moda de Los 40 Criminales y años después se avergonzó de ello?). El tópico de "jugador de segundas partes" ha perseguido a Guti hasta su despedida incluso llegando a convertiro en el jugador que más partidos ha disputado en la historia de la Liga saliendo desde el banquillo (y esto es completamente cierto si lo dijo @2010MisterChip). Guti era revolucionario, tanto por su forma de ser como por su forma de jugar al fútbol. La pasión se apoderó de él demasiadas veces impidiéndole gozar de una regularidad que lo habría aupado a las posiciones más altas de los jugadores históricos del Real Madrid.

Pero siempre recordaremos al 14. Cuando un partido se vuelva difícil y los centrocampistas merengues no sepan abrirlo, siempre nos acordaremos de ese rubio con pintas cuya zurda dio tantos sustos a los equipos rivales. Pasarán muchos años hasta que un genio como Guti juegue en el Real Madrid.


Nunca te olvidaremos.

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