Las 20 películas que deberían ver Cabronos Extraños [XII]: El Gran Lebowski

Esta película viene recomendada de parte de Pakotako, en representación del podcast de Rompemandos. Un hombre que me vino con una película normal, después de tantas cosas raras que me habían recomendado a lo largo de esta Gran Saga Extraña.
La película va sobre un tipo al que todo el mundo llama El Nota. Este hombre bien podría ser uno de los amigos que se junta con nosotros en el pueblo. "¡Eh, llama al Nota y dile que esta tarde quedamos para bebernos unas litronas!". El tío es un hombre-hombre, que va vestido como le da la real gana, en zapatillas de andar por casa, pantaloncicos cortos de estos que acabas sudando a lo largo de los días, y una vez que decides echarlos a lavar están como si los hubieses metido debajo de un grifo cuya agua viene directamente, y sin depurar, de la Laguna de Navaseca (para que os hagáis una idea, esto es como si lo cogéis del pantano más cercano a vuestro pueblo, donde hay todo tipo de pájaros cuyas mierdas han logrado conseguir que la luz sea incapaz de atravesar el agua). Vamos, un paraíso natural del que solo puede salir el increíble Hombre-Cosa.

El Nota también va con su batincillo por al vida, y solamente variará su forma de vestir para echarse unas partidas a los bolos con sus amigos Pedro Picapiedra y el Señor Rosa. El caso es que, mientras el trío de colegas se juega el honor en la liga de bolos, al Notas lo meten en un lío unos cuantos ricachones y gente de la farándula estadounidense (incluso del porlan) se empiezan a aprovechar de él después de que un chinorris que se parece al segundo Power Ranger Rojo se meara en su alfombra, y al Notas se le metiera entre ceja y ceja ir a buscar al "otro Lebowski" para que le diera una alfombra para restituir la suya.

A partir de ahí, la película se basa en una película de risa, llevada al absurdo, pero con un montón de tacos y palabrotas. Al final, al pobre Notas, sin comerlo ni beberlo, lo tienen de aquí para allá, calentándole la cabeza entre unos y otros para intentar que acabe siendo su marioneta. Es algo así como lo que nos pasó cuando nos secuestró Hugh Hefner y nos obligó a tener contentas a sus chicas... aunque por lo menos El Notas se tira a algo, y no se pasa toda la semana sujetando bolsas de tiendas caras de ropa.

Lo mejor de la película, sin duda, es que hablan mucho y es graciosa, así que os la podéis poner como si fuera y fuese la radio, ahí en un rinconcillo del monitor, para echaros unas risas de vez en cuando, y no necesitar hacerle caso todo el rato. Muy recomendable. ¡Al fin puedo decir eso en esta Gran Saga Extraña!

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